martes, 28 de abril de 2020

VI Concurso de relatos IESO Cuatro de Abril

Un año más y este de una manera especial, les presentamos los relatos que han resultado premiados. La temática de este año era la que hilvana el proyecto intercentros Compartiendo: los abuelos.


Los alumnos de nuestro han dedicado hermosas palabras a sus abuelos, que bien podrían ser los de cada uno de nosotros. Con ellas queremos valorar esa figura que siempre ha sido trascendental en el desarrollo personal de cada niño, pero que la sociedad actual ha hecho que además se haya convertido en imprescindible.

Cuidemos de nuestros abuelos, de nuestros mayores. Disfrutemos de su sabiduría, de su bondad y de su inagotable amor.


ABUELA


No recuerdo el día en el que comencé a aprender de ella, quizás aprendía sin quererlo, me enseñaba sin darse cuenta.
Era tan bonito pasar tiempo a su lado... mi abuela era magia. Cuando todavía no sabía más que chapurrear palabras, me enseñó a hablar con la mirada. Solo con ella podía entenderme de esa manera. Nos mirábamos y veía en ella lo que en nadie, sabía que eso era amor incondicional, que era algo para siempre, que nunca me fallaría.
Mi abuela era la mayor heroína que podía concebir cuando tenía 5 años. Ella me contaba historias, me hacía arroz con pollo y procuraba que nunca pasara frío.
Crecí y con ello también creció nuestro amor mutuo, ya no era una niña pero ella siempre sería mi referente. Era mi amiga, mi confidente y, por supuesto, mi abuela.
La historia que quizás más me ha enseñado fue la que me contó una calurosa tarde de verano, en la que las dos estábamos con abanico en mano sentadas en el corral al poco fresco que había...Le pregunté por qué sabía tanto, de todo y por qué siempre tenía una historia que contar por cada cosa que se le preguntaba. Su respuesta fue clara y contundente, no dudó ni un segundo en decirme "Los años hija mía, ya comprenderás que el diablo sabe más por viejo que por diablo y yo otra cosa no, pero vieja, soy"
Pensé que ahí había acabado su respuesta, pero lo que nunca pensé fue que detrás de aquella frase, que a priori no entendí, venía una gran historia. Historia que parecía que sintió la necesidad de contarme.
La historia era su vida, su lucha, era lo que la hacía ser ella. Y qué bonito.
«Mira hija, desde el principio de mis días sobrevivir fue complicado. Nací en medio de conflictos y guerras y cada paso en falso podía costarte la vida. Fueron tiempos muy difíciles, vi cómo mi familia se enfrentaba en una guerra en la que al final lo que importaba era sobrevivir, no importaban ni los ideales, ni las creencias, únicamente tenías que salvar tu vida. Yo lo conseguí, por eso estoy aquí, pero dejé en el camino a personas que no merecían quedarse.
Esto me enseñó a ser fuerte y a tener el suficiente coraje y valentía para seguir mi camino aun dejando atrás personas, lugares, sentimientos y vivencias que nunca más volverían a mí.
La guerra terminó, y en los tiempos aún más difíciles que sucedieron nos vimos obligadas, mi madre y yo, las únicas supervivientes de la familia, a intentar continuar la vida fuera de nuestro hogar. Llegamos a un país del que no conocíamos nada, pero aun así teníamos esperanza de encontrar una vida mejor que la que con tanto dolor dejábamos atrás. En aquel país extranjero al principio fue difícil. Pasamos muchos años trabajando muy duro y aprendiendo, lo que nos permitió poder regresar a nuestras raíces, a la tierra que habíamos dejado atrás. Emprendimos la vuelta a la que siempre había sido nuestra casa. El regreso fue conmovedor. Ya sabíamos de la mejoría del país después de todo lo sucedido y allí habíamos dejado a gente que la suerte había hecho que nos esperaran en nuestro regreso con los brazos abiertos. Pero especialmente recuerdo la sensación agridulce de sentir que faltaban personas queridas y a la misma vez la alegría de volver a tu tierra.  Poco a poco, con mucho esfuerzo y trabajo, la vida fue mejorando y se fue construyendo la España en la que hoy das tus pasos, hija mía.»
Me quedé fascinada. No pude evitar una lágrima. Ahora entendía por qué ella era tan sabía, tan empática, tan pura. Su vida me había enseñado a superar la mía, cada cosa que había aprendido de ella me había ayudado a no caer o a levantarme con más fuerza cuando lo hacía. Me había enseñado a superarme, a saber valorar cada mínima cosa y a apreciar cada momento.
Cuando terminó de hablar solo me salían dos palabras para ella: "te admiro" le dije.

Y ella tampoco pudo resistir que una lágrima resbalara por su mejilla.
Primer premio. Lucía Guerrero López. 3º ESO A.


ABUELITA, ABUELITA
La historia que voy a narrar es tan real como la vida misma.
Corría el año 1953, cuando en una casa de dos metros y medio al cuadrado nació la que hoy en día es mi abuela en un pueblo lleno de pobreza y de hambre llamado Zahínos. Es la mediana de tres hijas y, como su hermana mayor llevaba el nombre de su madre, a ella le pusieron el de su abuela: Encarnación.
Era una época de miseria; a mi abuela le lavaban su humilde vestido por la noche para que se secase en la candela y al día siguiente tener algo limpio que ponerse.
La suya fue una vida muy humilde aunque también tenía sus ratitos buenos. Cuando era una niña, su tío Tomás (que vivía en los ``Madriles´´) les trajo un transistor y acudían los vecinos de la zona a escucharlo.
Cuando mi abuela tenía once o doce años, aparejaba un burro que tenía su padre y montándose en el burro con él a las cinco de la mañana se iban a apañar bellotas. Mi abuela con su compañera (que también es de Zahínos), cobraban según los costales de bellotas que apañaban. Para calentarse las manos (porque a esas horas de la mañana hay muy buenas escarchas) les traían unas piedras que habían echado en la candela y esperaban que se pusiesen tibias para poder cogerlas y calentarse las manos con ellas. Otras veces ella y sus dos hermanas, montadas en el burro, de madrugada iban a arrancar garbanzos, tenía que ser con la fresca ya que con el calor los garbanzos se desgranan.
También estuvo cuidando de unos niños. Los llevaba al cine, de paseo, a casa de sus tías…cualquier trabajo era bueno para llevar un jornal a casa.
Al colegio iría un mes porque como económicamente no se podían quedar con los abuelos, los padres los sacaban del cole y se los llevaban al campo. Mi abuela no pudo estudiar, a ella siempre le hubiera gustado poder hacerlo. Siempre tuvo el sueño de poder ser matrona, pero los sueños a veces se cumplen y cuando tenía 56 años su sueño se hizo realidad. Era la una de la madrugada cuando recibió una llamada de teléfono de su hija que se encontraba de parto en su casa, fue para allá y llamaron a la ATS y entre ella y mi abuela recogieron al niño que acababa de nacer en mi casa.
Esta es la historia de mi abuela, no es ningún personaje conocido, es una de tantas abuelas más de mi pueblo, Zahínos.
A mi abuela Encarna.
Segundo premio. Blanca Rangel Perera. 1º ESO B.

AQUELLOS VIEJOS TIEMPOS  
Mi abuelo me contó que cuando tenía unos nueve años no tenían juguetes ni balones para jugar, entonces se las apañaban para hacer un balón. El balón lo hacían con trapos enrollados y cuerdas que liaban en gran cantidad hasta que cogía la forma redonda. Como antiguamente había muchos niños se iban a un campo “La Era el Cuervo” y allí hacían el campo de fútbol, las porterías las hacían con piedras poniendo una en cada lado. Cuando se cansaban de jugar al fútbol, se iban a buscar nidos de pájaros porque había muchas encinas. También me contó que los domingos tenían que ir a misa y el que no iba a misa al día siguiente el maestro de la escuela los castigaba. El castigo era que los ponía de rodillas y los demás niños salían y a ellos los dejaba allí sin salir. Iban a la escuela por la mañana de 10 a 2 y por la tarde de 3 a 5. No tenían libretas, ni lápices para escribir, escribían en una pizarra pequeña con una tiza que ellos llamaban “pizarrín” y sólo tenían un libro por curso. Entre risas me dice que antes de irse a la escuela se iban a la viña a hacer resbalaeras y con las manos sucias de hacerlas se iban a la escuela. Cuando llegaban y los veía el maestro, los mandaba a casa a lavarse las manos, pero ellos en vez de ir a casa se lavaban en los caños de la viña por miedo, ya que si iban a casa les pegaban sus madres. Él acabó la escuela pero hasta que no se fue a la mili no le dieron el certificado de estudios primarios. Cuenta que no todos sus amigos podían ir a la escuela porque sus padres se los llevaban al campo para trabajar. Por esto ahora me dice que aprovechemos todo lo que tenemos y que estudie para que tenga un futuro mejor.

Tercer premio. Alejandro García Vega. 2º ESO A.




jueves, 19 de diciembre de 2019

II Concurso de creación y lectura dramatizada de relatos navideños

Hoy, 18 de diciembre, celebramos en el salon Dulce Navidad nuestro II Concurso de creación y lectura dramatizada de relatos navideños. Este año, como ya anunciamos, los alumnos participantes partían de un comienzo ya establecido, con unos personajes ya creados y un ambiente concreto: el salón de una casa noruega. Sus protagonistas: la familia Sampere.





miércoles, 18 de diciembre de 2019

Cuentacuentos

Ayer, día 17 de diciembre, con la temática desarrollada dentro del Proyecto COMPARTIENDO, los alumnos de 2º de ESO y algunos alumnos de 3º de ESO han ofrecido con ilusión, esfuerzo y muchas ganas de superar sus miedos escénicos, un bonito cuentacuentos a los alumnos de Educación Infantil y del primer curso de Primaria del CEIP Luis Chamizo de la localidad. Todo ello en un salón de corte elegante ambientado para las fechas navideñas: el Salón Dulce Navidad.

Proyecto intercentros COMPARTIENDO: Visita al Centro de Día

El día 16 de diciembre, lunes, los alumnos de 3º de ESO y 2º de PMAR han visitado a los mayores del Centro de Día de la localidad para felicitarles las Navidades, entregarles un presente, animar sus almas con villancicos (se han atrevido con algunos en Portugués) y compartir con ellos ratitos de conversación y de dulces delicias.
¡Una experiencia que tanto a adolescentes como a mayores les ha encantado!











jueves, 30 de mayo de 2019

Cruces de mayo

De manera tradicional, en Zahínos se celebra el día 3 de mayo la Feria de las Cruces. En este día, los zahineros adornan sus calles con cruces elaboradas con todo tipo de materiales y sirviéndose de su imaginación y creatividad. El IESO Cuatro de Abril ha querido ser partícipe de esta tradición con la elaboración de una Cruz de Mayo que simboliza el esfuerzo, la creatividad literaria y el amor por los libros.




miércoles, 24 de abril de 2019

Cuentacuentos. Día del Libro

Entre todas las actividades organizadas desde el Equipo de Biblioteca del Centro para celebrar el Día Mundial del Libro figuraba la realización de un cuentacuentos por parte de las alumnas del cuarto curso y de dos compañeras de 2ºPMAR y 3º ESO. 

La organización de esta actividad la han llevado a cabo María Luisa Megías, maestra del CEIP "Luis Chamizo"; Soraya Terrón, maestra de la Guardería;  y Alicia Placeres, profesora del IESO "Cuatro de Abril". Con ella se prentendía acercar el mundo de la literatura a través de la teatralización a los niños más pequeños de nuestra localidad.

Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.

Ayer, 23 de abril, nuestro centro celebraba el Día Mundial del Libro con la realización de diferentes actividades.

Los alumnos de 2º ESO recogían en una cartel encadenado la información más relevante de la celebración de este día: ¿por qué se celebra el 23 de abril? ¿Para qué se celebra este día? ¿Qué es la Capital Mundial del Libro? ¿Por qué en Cataluña en este día se regala un libro y una rosa?...